¿INT-ÚTIL? La comunidad teatrera en estado de alerta
¿Es posible que un organismo calificado de "inútil" sea, en realidad, una pieza fundamental para la cultura de todo un país? En esta entrada, ponemos en valor al Instituto Nacional del Teatro (INT), una institución en el centro de la polémica que, lejos de ser prescindible, se revela como un pilar para el teatro independiente y federal en Argentina.
ACTUALIDAD


El vocero presidencial calificó recientemente al Instituto Nacional del Teatro (INT) como un organismo “inútil”. Detrás de esta afirmación no solo hay una descalificación institucional, sino un intento de deslegitimar años de trabajo federal, colectivo y profundamente arraigado en las comunidades teatrales de todo el país. En un contexto de reorganización del Estado que busca desmantelar instituciones culturales, la comunidad teatral responde con contundencia: el INT es útil. Es INT-ÚTIL.
Desde su creación por la Ley Nacional del Teatro Nº 24.800, el INT ha sido el organismo encargado de diseñar, implementar y sostener políticas públicas teatrales con una perspectiva federal. No se trata solo de otorgar subsidios: el INT promueve la creación, circulación y formación teatral en cada provincia argentina. Acompaña grupos, mantiene delegaciones provinciales, fortalece festivales, impulsa concursos y genera oportunidades para artistas que muchas veces quedan fuera de los circuitos privados o metropolitanos.
¿Quién sostiene una sala comunitaria en Jujuy? ¿Quién permite que un grupo de teatro del Chaco pueda girar por su provincia? ¿Quién apoya la producción de obras con perspectiva de género o diversidad en pueblos del interior? ¿Quién garantiza la formación gratuita en artes escénicas en contextos donde la educación artística no llega? En todos esos casos, aparece el INT.
Su carácter descentralizado, que ahora está en peligro, es una de sus mayores fortalezas. Cada delegación provincial articula con las realidades locales, generando políticas sensibles a las necesidades del territorio. El modelo no es verticalista ni uniforme: es diverso, como lo es el mapa cultural argentino.
Llamar “inútil” a este organismo es invisibilizar el valor simbólico, artístico, comunitario y económico del teatro independiente. Es negar el rol que cumple en la formación de públicos, en el fortalecimiento de identidades y en la defensa de la cultura como derecho, no como privilegio.
El teatro, lejos de ser prescindible,
es una trinchera de pensamiento,
emoción y construcción colectiva.
Hoy más que nunca, toca visibilizar lo que está en juego. El Instituto Nacional del Teatro es útil, es necesario, y es una conquista que no estamos dispuestos a perder.
¿A quién le conviene un país sin cultura diversa?
El teatro independiente está en estado de alerta.
Defendamos lo que construimos.
#ElTeatroNoSeToca #ElTeatroEsTrabajo #CulturaEnPeligro #DefendamosElINT #INTÚTIL