Educar en comunidad: el rol del teatro en la Semana de la ESI
Esta entrada invita a docentes de teatro a conocer los nuevos enfoques de la Semana de la ESI 2025, con eje en la participación de las familias, la visibilización del trabajo cotidiano y la construcción de comunidad. A través de una mirada situada y transversal, propone reflexionar sobre el rol del teatro en la educación sexual integral.
ACTITUD RECURSERA


Nuevos enfoques de la Semana de la ESI
La Semana de la ESI ya forma parte del calendario escolar en todo el país. Sin embargo, cada año es una nueva oportunidad para repensar cómo habitamos esos días desde el aula, y qué lugar le damos a los lenguajes artísticos como parte de una educación integral.
En 2025, la propuesta oficial de la Dirección de Educación Sexual Integral pone el foco en algo que desde el teatro conocemos muy bien: la construcción de comunidad. Se trata de abrir las puertas de la escuela, invitar a las familias, visibilizar lo que hacemos cotidianamente y promover encuentros donde el cuerpo, la palabra, el juego y la reflexión se mezclen con sentido.
Pero, ¿cómo pensamos esa apertura desde nuestras clases de teatro? ¿Qué podemos aportar desde la escena a esta conversación colectiva sobre el cuidado, los derechos, la diversidad y los vínculos?
¿Qué hay de nuevo en la ESI 2025?
La propuesta para la Semana de la ESI de este año no se resume a una actividad puntual o a un solo día. Lo que se propone es un cambio de enfoque: pensar la ESI como algo vivo, transversal y profundamente vinculado con la comunidad educativa.
Estos son algunos de los ejes centrales que guían la propuesta 2025:
• Participación activa de las familias: se invita a que madres, padres y referentes afectivos puedan conocer de cerca cómo se enseña la ESI en las aulas y compartir actividades junto a lxs estudiantes.
• Visibilización del trabajo cotidiano: en lugar de preparar un “acto”, se alienta a mostrar aquello que sucede todos los días en la escuela y que forma parte de una ESI situada, real y posible.
• Transversalidad e integración curricular: se impulsa el cruce de áreas y lenguajes (arte, ciencias, educación física, literatura), entendiendo que la ESI se expresa en múltiples formas.
• Educación situada, con perspectiva de derechos: cada comunidad adapta las propuestas a su realidad, reconociendo trayectorias, corporalidades y formas de vivir diversas.
• Cultura del cuidado y del respeto: enseñar ESI es, sobre todo, enseñar a vivir con otras personas desde la escucha, el reconocimiento y la empatía.
Estos lineamientos nos interpelan directamente como docentes de teatro. Porque si hay algo que sabemos hacer es crear con otros, escuchar al grupo, poner el cuerpo en juego y contar historias. Este año, la escena puede ser el lugar donde la ESI se encarne de forma genuina, crítica y transformadora.
¿Por qué el teatro tiene mucho para decir en esta semana?
El teatro no es solo un contenido más del área artística. En el aula, es también un espacio para ensayar formas de ser, de vincularse, de habitar el cuerpo, de levantar la voz. Es un territorio de exploración donde podemos preguntarnos, jugar, dudar, emocionarnos, reparar. Por eso, la Semana de la ESI encuentra en el teatro un aliado potente.
Las clases de teatro pueden ser escenario de muchas de las preguntas que la ESI nos invita a transitar:
• ¿Cómo habitamos nuestros cuerpos?
• ¿Qué mandatos reproducimos cuando creamos personajes?
• ¿Qué tipo de vínculos aparecen en nuestras escenas?
• ¿Quiénes tienen voz en las historias que contamos?
Desde la improvisación, desde la palabra, desde la corporalidad o el diseño escénico, lxs docentes de teatro tenemos herramientas valiosas para abrir el juego, para correr estereotipos, para incomodar con ternura y para construir relatos colectivos que celebren la diversidad.
La escuela muchas veces espera de nosotrxs que llevemos adelante "la parte lúdica" o que "armemos algo para mostrar". Esta Semana de la ESI puede ser una oportunidad para corrernos de ese lugar instrumental y ocupar uno más político y pedagógico: el de proponer experiencias teatrales que habiliten pensamiento crítico, expresión emocional y construcción de comunidad.
La ESI no es una clase aislada. Tampoco es solo un contenido a enseñar. Es, sobre todo, una forma de estar en la escuela. Y como docentes de teatro, sabemos del cuerpo como lenguaje, del gesto como mensaje, del silencio como decisión.
Por eso, esta semana puede ser una oportunidad para hacer visible lo que hacemos todo el año: acompañar procesos de crecimiento, promover el cuidado, trabajar en grupo, proponer preguntas que no buscan respuestas únicas, construir escenas donde quepan más personas.